Javier Luis Gómez, fue profesor de la secundaria Santa Victoria y en ese mismo año, resultó nombrado como coordinador del albergue estudiantil. Allí perpetró sus abusos sexuales infanto juveniles que hoy movilizan a las comunidades wichís de Santa Victoria Este.
Su llegada a ese lugar se relaciona con el pedido que hiciera un político en funciones. Situación que ya hemos advertido, sucede también en el área de Salud, donde el tráfico de influencias se practica con total impunidad, aun a riesgo de vida de centenares de niños, niñas y jóvenes indígenas. Hoy en Educación, reclaman la separación del cargo del acusado, la intervención del Ministro de Educación por las situaciones de abusos en el contexto del albergue estudiantil. Las madres wichís retiraron a sus hijos e hijas por las vejaciones comentadas por los propios afectados.
SNI conversó con las autoridades indígenas de las comunidades afectadas tras el accionar de Javier Luis Gómez, coordinador educativo del colegio secundario 5061 San Ignacio de Loyola, en Santa Victoria Este.
Ningún padre, menos de los Pueblos Originarios, sospecharía que al dejar ir a la escuela a sus hijos e hijas, serían violados en ese contexto. El abuso sexual infanto juvenil es una práctica del criollaje que se debe erradicar de modo urgente en el departamento Rivadavia Banda Norte, donde la cacería humana con fines de explotación sexual -denominados por algunos como “chineo”- trató de ser normalizada como conductas pretendidamente culturales.
La realidad marca que el perpetrador de los abusos sobre infancias indígenas y su grupo familiar, son criollos oriundos de SVE y tienen amenazados a muchos delos padres y madres para que no avancen con las denuncias, pues los vínculos políticos que los unen a dos legisladores provinciales, les crea cierto grado de impunidad.
El amedrentamiento es la práctica constante de los punteros políticos y pone de relieve, una vez más, las consecuencias de tener en los puestos públicos, personas que no representan a los Pueblos Originarios. Que no ven por las problemáticas indígenas y que por ese mismo motivo, se aprovechan de las comunidades para perpetuar el sometimiento en todos los sentidos, al punto tal de “naturalizar” el abuso infantil.
Respecto a esto, la dirigenta social, Irene Cari dijo: “La justicia tardó en dar curso las denuncias en estado de urgencias y la mamá para su seguridad y cuidado de la menor la retiró a su hija albergada después de la denuncia, ya que las autoridades judiciales no tomaron intervención urgente de la denuncia. Y hoy la mamá Delia Benítez de la comunidad La Merced sufre amenazas de parte del denunciado y sus familiares” advierte Cari, presidenta del Foro de Mujeres por la Igualdad de Oportunidades.
Agregó además: “Mientras tanto esto ocurre, donde creemos que las niñas, niñeses están cuidadas por el estado y vemos a este personaje siniestro VIOLADOR Javier Luis Gómez legajo RESOLUCION MINISTERIAL 0967 fue nombrado como coordinador del albergue estudiantil Santa Victoria en el año 2.013 y hay otras documentaciónes que acredita como efector educacional del estado provincial: Libro de actas generales N:01/21 colegio Secundario 5.061 , una mamá de nombre Margarita Pérez de la comunidad San Luis, con sus dos hijas menores de edad aquel entonces que estuvieron albergadas en el mismo lugar , inicia una reunión con la directora del colegio para dejar asentado una queja de Javier Luis Gómez coordinador del albergue estudiantil por abusos de sus hijas” concluyó en un comunicado, la dirigenta.
La Justicia local deberá proceder en juicio este viernes, bajo el expediente 84252 / 21 contra Javier Luis Gómez, por haber abusado sexualmente de una niña indígena de la comunidad wichi, menor de edad, en el albergue estudiantil Santa Victoria Este. El docente, fue denunciado por la mamá de la menor en el centro judicial de Tartagal, en el Juzgado de violencia de género en el año 2020 . Hoy la niña tiene 17 años de edad.
La fiscalía de Tartagal tomará intervención, a cargo de la doctora, Lorena Martínez responsable de los casos relacionados con violencia familiar y de género en sala ll vocalia 1. El albergue contaba con más de 30 niñas indígenas albergadas que sufrían todo tipo de maltratos y discriminación por este coordinador.
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