La falta de infraestructura en esta región, trae aparejadas que en la temporada actual, las comunidades indígenas corran un serio peligro por inundaciones.
Funcionarios vinculados a las áreas de Desarrollo Social, Obras Públicas y Sanitarias Nación, no comprenden lo que implica planificar preventivamente. Sucedió con la gestión saliente, a cargo del Presidente Fernández y sus Ministros, entre ellos los que operaban en Obras Públicas -Gabriel Katopodis- porque todo lo que prometido como recurso a los Pueblos Originarios, nunca se concretó.
Hubo un correlato de esta desidia en la Provincia, cuando se desentendió de estas afectaciones en la vida de los miles de ciudadanos y ciudadanas que habitan el depto de Rivadavia, o el municipio de Sta Victoria Este, las localidades del Chacosalteño que están hoy anegadas por la creciente de los ríos principales de la región. Así, la otrora ministra de Desarrollo Social, Vargas, y las autoridades de Asuntos Indígenas como: Córdova, Almaraz y otros, evadieron sus responsabilidades y compromisos asumidos ante las autoridades indígenas -caciques- quienes años, tras años, exigen al Gobierno local y nacional, por la realización de los pozos de agua para acceder al recurso irremplazable. Y la infraestructura de contención para prevenir las catástrofes en la época de lluvias y la crecida de los ríos.-
Actualmente, fueron designadas otras personas a Desarrollo Social de provincia y hay cambios de gabinete en la nueva gestión presidencial, pero el verso sigue siendo el mismo para las comunidades del norte “no hay presupuesto” toda vez que piden por infraestructura para que no se los lleve el río o para tener agua apta para el consumo humano. Hace semanas que el Gobierno provincial, dice con total holgura que no les puede proveer, siquiera, los bidones de agua potable. En este entramado de desgracias, por más de tres décadas, de modo perpetuo, el senador Mashur Lapad, sigue sin lograr gestión real para soluciones concretas en los pueblos que lo tienen como representante en la Cámara Alta provincial.
A este panorama, le llegarán las frases remañidas como: “siempre pasó esto”, “ningún gobierno se hizo cargo”, “los indios no quieren vivir de otro modo”, ” así es la pobreza” y etc. Estas alocuciones del abandono, con una profunda raigambre racista se han ido multiplicando exponencialmente con el destierro, la desertificación, la ampliación de la frontera sojera, la depredación de la fauna autóctona, los atentados etnocidas sobre los y las habitantes de Pueblos Originarios y la absoluta indiferencia sobre los derechos humanos e indígenas. Desnutrición y deshidratación son las etiquetas para “HAMBRE Y ABANDONO” ejercido en contra de las poblaciones indígenas en el área de la triple frontera con Bolivia y Paraguay, en total estado de abandono.
Con recursos mínimos como mano de obra y maquinaria, el municipio Wichí de Sta Victoria Este, con el Intendente Nerón, encabezan las tareas de contención en las localidades más afectadas y además, ha realizado los operativos para evacuar aquellos lugares más comprometidos ante el avance del río sobre el territorio.
En la frontera, cabe mencionarlo, la presión empresarial sobre los políticos, y en connivencia con ellos, se hace más fuerte pues el plan es el exterminio para la libre disposición territorial de la propiedad colectiva y ancestral que poseen de modo legítimo los Pueblos Indígenas.
Los gobiernos cambian de nombres pero la maldad sigue perenne, matando en el monte argentino.