Al parecer hubo lugar para la memoria y Gustavo Sáenz volvió a ofrecer la vicegobernación a su actual compañero de mando, Antonio “Gringo” Marocco.
Un mítico del Peronismo de base y actual autoridad del partido albertista PARTE, PARTIDO DEL TRABAJO Y LA EQUIDAD, el empresario mediático y artístico, será nuevamente el compañero de fórmula en el oficialismo saenzista. No cabía otra conducta, pues el raro gabinete de la provincia, tiene al único dirigente popular, en la figura del mencionado.
Los demás nombres que se consideraron, están vinculados a la oligarquía radical, a los conservadores y a escándalos desproporcionados sobre manejos de planes, programas y recursos nacionales en la Provincia. En tanto, Marocco, durante cuatro años, supo mantener un perfil bajo, moderado, con un manejo acorde de la Cámara Alta local y la representación de un justo gestor para las bases ante el Ejecutivo salteño. Su trayectoria en el peronismo, desde el Pj, pasando por el PV, para terminar como el principal referente del Partido que a nivel Nacional dirige el presidente Fernández, hace ver que es de los escasos perfiles, capaces de comprender a la político como un juego para habilidades intelectuales en medio del Poder enquistado.
Sin interrumpir a los armadores de las alianzas electorales, el Gringo Marocco, esperó pacientemente que volviera a él, el cargo que se ganó en buena ley, durante los peores años de la administración por los que ha pasado Salta, casi a la altura de la gobernación improlija que llevó adelante el terrorista de Estado, Roberto Augusto Ulloa, ya fallecido.