Las alianzas y frentes políticos electorales de la provincia, han juntado nombres, ideologías, trayectorias, ambiciones que claramente no comparten más que la angurria por el poder. No hay convicciones en este 2023, la escena está plagada sólo de conveniencias.
No es un dato menor la pelea que se yergue en la cúspida de la Avenida de los Incas en la zona oeste de la capital, hacia allá van a dar esta arquitectura electoral que reunió a la derecha recalcitrante, filo nazista, con el último vestigio popular y de ahí la oligarquía y élite de siempre con los últimos orejones radicales. El macrismo – como dice la gran Shakira- mastica, traga, traga y mastica. El problema siempre está en los resultados de todo proceso digestivo.
Esta copropolítica que termina en lo peor y más fétido que se encuentra en los intestinos del poder, está obligando a la ciudadanía a meter las manos en las máquinas de la boleta única electrónica, como quien debe cometer tan asqueroso acto en un inodoro trancado.
Sin embargo, en algún momento iba a suceder que a la falta de verdaderos modelos de gestión, la política nos traería hasta aquí, donde, sin la participación popular, los liderazgos se acabarían como un payaso desvencijado, riendo y llorando frente a un espejo.
Lo único que otorga un mínimo rasgo interesante es que Emiliano Estrada – Cámpora- es el más joven de los contrincantes a la Gobernación, su discurso difiere de los demás políticos y ha sido por eso, atacado en las redes sociales, tal vez por salirse de molde y quedar como un sentipensante de la nueva era. Pero, la cuestión expuesta es otra; el gobernador ya no es joven, su generación replica los modelos y arquetipos de los que la sociedad está harta y de repente, su armador de perfiles electorales, Pablo Outes, ha dejado de leer la realidad social que se necesita.
Por debajo de ambas figuras dirigenciales, Estrada y Sáenz, respectivamente, se acomodan otros que son más de lo mismo y en el caso de la continuidad oficialista, son más de lo peor.
Las ideologías de derecha, izquierda, progresismo y conservadurismo; están en el caos, bailando “DESPACITO” abrazados como nunca antes se había visto. La era de los engendros, hace que nos detengamos como sociedad a pensar en la pobreza intelectual de quienes llamaremos líderes políticos por una cuestión de orden en las categorías pero que si se rasca un poco la cobertura, veremos que son “taxis” en franca retirada. Los recursos del Poder, que habremos de hallar en esta historia local, no son más que algunas maniobras para superar los chusmeríos del momento y acaso, podríamos salvar el honor al construir una hipótesis sobre la bajeza que sufrió la política en los cuatro años de la Gobernación saenzista. Tanto como para no permitir una mayor participación popular en la política, como para avizorar la llegada de los “patrones de las mafias” a Salta. Esto, toda vez que los crímenes del sicariato narco se han multiplicado, en el desarrollo de un sistema judicial devastado por el desmanejo absoluto de las causas.
No es casualidad que alguna prensa afín con la Gobernación, se dedique al menudeo de la delincuencia de corral, en vez a mirar, investigar e informar de las asociaciones ilícitas y su crecimiento a la sombra del poder político en la provincia. Así, se normalizó que funcionarios del Ejecutivo que migraron del judicial, descargaran culpabilidad total a quienes provienen de la pobreza y la ruralidad como los principales actores de crímenes cometidos en Salta. Sin que se pongan apenas colorados, cuando a los ojos de la población aparecen los cuerpos ultimados, en espacios públicos, como un fenómeno jamás antes visto en esta magnitud, sino a partir de la Gobernación saenzista, que detentó perfiles en el área de SEGURIDAD Y JUSTICIA a un ex militar amigo del Golpismo, como Pulleiro y a dos ex magistrados como Abel Cornejo y el actual ministro, Domínguez.
Sin dudas, desviar la atención del electorado sobre los armados de frentes y alianzas como una novela de los ex, los actuales y los chongos, del poder es mucho menos dañino que dejar a la opinión pública pensar con qué facilidad una pareja muere en el interior de un vehículo, un cadáver aparece en un camping en plena procesión de los peregrinos, o se apuñala a un ama de casa en una camioneta a plena luz del día, por sólo citar algunos de los escalofriantes hechos criminales.
No es raro admitir que seduzca a la Salta pacata y medio pelo, el sueño de BUKELE, joven con dinero, ideas religiosas, moralinas y mano dura, sin culpas, para arremeter contra las maras salvadoreñas, en un parangón que está hablando de las débiles fronteras salteñas.
Caminamos hacia un abismo peligroso, donde los que ya estuvieron y sembraron la senda para esta debacle, se presentan como los mesías del caos, junto a señoras que no pueden ir más allá de sus tibias participaciones parlamentarias y ahora les pinta vociferar por la gobernación que saben no alcanzarán pero aprovechan la ola, para que las conozcan a las ilustres escondidas de pozo, como monos en la LOBA.
Quizás pensar en blanco ante la máquina de hacer gobernadores, no sea la peor respuesta en contra de la peor política que ha tenido SALTA.